Cuando la pérdida irrumpe en una familia, todo cambia. El dolor se esparce como raíces y crece en distintas direcciones, transformando a quienes quedan. Unos intentan reconstruir lo que se ha roto; otros, abrumados por el duelo, se distancian. Este libro nos muestra las emociones que persisten en quienes buscan unir y sostener lo que ha cambiado, pero también nos recuerda que siempre llega el momento de soltar y renacer.