Una novela corta, partida en pequeños relatos, o estampas, que, aunque ocurren en un lugar concreto, saltan a su gusto, en el tiempo y en el espacio. Todo ocurre en un caserío costeño, Mirat, enclavado entre el mar y la montaña; un pequeño mundo, por supuesto, donde habitan niños: Miguel, que vive en una canoa y Marthita, su única amiga; pescadores, ancianos y animales (entre ellos el loro de la abuela de Tribi, Capitán Lor, presunto pirata); allí ocurren cosas, a veces pintorescas y amables, a veces oscuras e inquietantes; y hay además secretos insinuados, misterios nunca resueltos. Conviene decir que por todas esas páginas pasan la piedad, el sano humor y una poesía servida a cuentagotas, para que no se note demasiado.