Lástima no tener referencia alguna de los primeros nativos del continente americano, aquellos que a lo largo de muchas generaciones llegaron de Asia, y tras aventuras inenarrables ocuparon las tierras de lo que hoy es Colombia. Cuántas increíbles historias se quedaron en el olvido. No puede uno sino imaginarse
cómo sería el día a día de esas familias que cruzaron las selvas amazónicas y se asentaron en Chiribiquete o La Lindosa, de los que descendieron por el istmo de Panamá o de los que navegaron de isla en isla en el Caribe hasta llegar a nuestras costas y luego remontaron nuestros ríos.
Quizás el primer registro entre histórico y legendario de un largo recorrido por Colombia sea el de Bochica, ese personaje de larga barba y cabellos blancos que con su túnica de algodón
y báculo de oro arribó a la tierra de los muiscas siglos antes de
la llegada de los españoles.