Diecisiete relatos que funcionan como una sucesión de estampas cubanas. Un retrato de la vida en la isla a lo largo de tres décadas, de los años cincuenta a los setenta del pasado siglo, en tres escenarios privilegiados: Matanzas, Pinar del Río y La Habana.
Sin embargo, este es un libro de cuentos que puede leerse también como una suerte de novela abierta o episódica, porque hay personajes que van reapareciendo en las sucesivas historias. En especial uno, Carlitos, al que conocemos de niño, y luego reencontramos convertido en recluta y en obrero de la construcción que quiere estudiar Arquitectura y sueña con convertirse en periodista.
Vemos a Carlitos abriéndose paso en la vida adulta, viviendo entusiasmos y decepciones. Y relacionándose con mujeres que lo marcarán: la madre, la tía sofisticada, la vecina que se parece a Sofía Loren y le provoca ensoñaciones masturbatorias, la novia con la que vive una situación muy peligrosa, la joven divorciada, la mujer madura y virgen
Y como trasfondo de sus peripecias, asoman los cambios sociales y culturales que se produjeron en Cuba a lo largo de esas tres décadas.
Pedro Juan Gutiérrez presenta en esta Mecánica popular un mosaico caribeño, repleto de vitalismo, conflictos, sueños y sexo. Viñetas de la vida cubana, una literatura arraigada a lo cotidiano retratado sin velos. Hay en estos textos visceralidad, crudeza, carnalidad y una pizca de melancolía por unos años que han quedado definitivamente atrás.
«Una especie de caribeño Bukowski o de habanero Henry Miller» (Felipe Benítez Reyes).
«En su brutal honestidad, Gutiérrez recuerda a Jean Genet y Charles Bukowski» (Richard Bernstein, The New York Times).