Al principio creyó haberse equivocado, pues ningún espantapájaros de Kansas puede hacer guiñadas,
pero a poco el muñeco la saludó amistosamente con un movimiento de cabeza.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información