Milhojas no es un libro de texto, es un juego al estilo de los de naipes. Incluye un Manual de instrucciones, en el que desde el inicio se aclara su intención literaria. Contiene 26 cartas que le hacen el juego a los tradicionales de este tipo, también con un comodín: Hermafrodita, clasificado con la letra C, a diferencia del resto, las cuales obedecen a los elementos constitutivos comunes a textos de ficción y no ficción: Lenguaje (L), tema (T), voz (V), Personaje (P), historia (H) y espacio (E). Toda esta explicación no es más que un parafraseo, porque no tiene sentido cambiar las normas del juego ni su descripción precisa, que aparece en el manual.
Es muy interesante resaltar que nació en un grupo de investigación, con estudiantes de una maestría cuyo propósito consiste en formar para la creación literaria. Una idea que no solo es un catalizador de la escritura, sino que además ofrece una metodología útil como punto de partida para idear otros textos y comprender sus elementos constitutivos.