«El pene de mi padre medÃa treinta centÃmetros y medio.» Asà comenzaba una primera versión de las memo- rias póstumas de J. R. Ackerley. A pesar de que su autor habÃa disfrutado toda la vida sorprendiendo a amigos y lectores con comentarios de este tipo, es probable que incluso él juzgara que tal fidelidad en la descripción podÃa resultar demasiado escandalosa. El comienzo que sobrevivió tampoco es el convencional de un pater familias: «Yo nacà en 1896, y mis padres se casaron en 1919.» J. R. Ackerley despliega ante el lector un libro descarnado y sincero hasta lo intolerable, donde la historia de la doble vida del padre ?un adúltero que mantuvo dos familias paralelas? y la historia de las peripecias del hijo ?un intelectual homosexual de clase alta que busca infructuosamente un «amigo verdadero» entre los jóvenes del proletariado? se entrelazan en la trama de un tapiz cuya figura última puede ser descifrada aquÃ.