Stefan Zweig fue un escritor asombrosamente prolífico que cultivó, con gran éxito, todo un abanico de géneros literarios que incluía desde la novela y el teatro hasta el cuento y la traducción, desde la monografía o el ensayo hasta la biografía, la crítica y la poesía. A estos géneros se ha de añadir también la leyenda, que contaba con afamados predecesores en el mundo alemán, como Heine, Schiller, Hesse o Goethe. En la leyenda como género, Zweig creyó encontrar una forma íntima que le permitía transmitir una serie de experiencias y aspiraciones bajo el manto de la ficción, pero sin prescindir de una finalidad moralizante o, al menos, admonitoria.