Juan Sebastián Aguilar, conocido en el mundo de las esmeraldas como Pedro Pechuga, y Jesús Hernando Sánchez fueron asesinados por disparos de un francotirador, con solo ocho meses de diferencia. El primero murió en agosto de 2024; el segundo, en abril de 2025. Estos hombres eran socios y estaban considerados como los herederos del poder de Víctor Carranza, el denominado zar de las esmeraldas. Sus crímenes, que representan el fin de una era, llevan a preguntarse si se trata de un coletazo de la más reciente guerra verde o si fueron motivados por causas y actividades ajenas, aunque siempre presentes, a las del negocio esmeraldero.
Petrit Baquero, un experto en este mundo, cuenta en su libro cómo se desarrollaron las diferentes guerras esmeralderas en Colombia, incluyendo este conflicto en los últimos años; cómo ha sido esa relación, no tan extraña, con poderosos narcotraficantes y demás personajes afines; cómo se transformó la extracción, ahora en manos de compañías extranjeras, y cómo muchos de los que vivieron los viejos tiempos ven con angustia que su mundo está desapareciendo.