He aquí un buen ejemplo de las piruetas gastronómicas (y, en el caso de este álbum, también reales) que los padres acostumbran a realizar para afrontar el temido momento del plato repleto de espinacas, coliflor, filetes de hígado y otros manjares de esos que "arrebatan" a los niños. Sin duda, la vida sería mejor si las hamburguesas y los bombones rellenos de fresa se consideraran parte esencial de una dieta sana. Eso debe de pensar el padre del (literalmente) renacuajo protagonista de esta desenfadada historia, quien hará todo cuanto esté en su mano para lograr que su hijo engulla un nutritivo (y repelente) pastel de babosas... ¿hemos dicho 'babosas'? De eso nada, se trata de una riquísima tarta de hadas... O eso dice el cocinero. Bon appétit!