Clarissa Dalloway es una mujer de cincuenta y dos años de la alta sociedad londinense, casada con
un diputado conservador del parlamento británico y madre de una hija adolescente. Un día de junio
de 1923, se prepara para dar una fiesta en su casa aquella misma noche. Allí se rencontrará con
amigos que hace muchos años que no ve. Mientras pasea por las calles londinenses ultimando los
preparativos, Clarissa se encuentra inmersa en sus propios recuerdos y examina las decisiones que
ha tomado a lo largo de su vida, como su romance de infancia con Peter Walsh.
Pasado, presente y futuro se entretejen en este relato que, a través de las complejas vidas
interiores de sus personajes, consigue explorar los límites de la experiencia humana.