El Rithmatista da inicio a una nueva saga (por si hubiera pocas) por parte del autor de Nebraska. En este caso es la tercera saga que Sanderson dedica a un público juvenil (tenemos Steelheart como Crossover y Alcatraz, más juvenil) y como en el caso de las otras dos mencionadas, vuelve a ambientar su saga en tiempos modernos, en este caso algo anterior ya que estamos hablando del siglo XX. Sanderson se muestra cómodo con todo tipo de públicos y estilos y El Rithmatista es un claro ejemplo de ello, ya que aún siendo una novela dirigida a un público mucho más concreto, la frescura de la narración hace que cualquiera pueda disfrutar de ella.
Más que nada en la vida, Joel quiere ser un rithmatista. Elegidos en una misteriosa ceremonia, estos tienen el poder de infundir vida a figuras bidimensionales y, además, constituyen la única defensa de la humanidad contra unas despiadadas criaturas que amenazan todas las islas americanas dejando un reguero de cadáveres a su paso.
Pero cuando varios estudiantes para rithmatista empiezan a desaparecer, con visibles muestras de violencia física, Joel es designado como ayudante del profesor que investiga dichos casos. De pronto, el chico se encuentra tras la pista de un descubrimiento inesperado, que cambiará su mundo para siempre.