En este estudio clásico de cómo la gente aprendió a retener vastos acervos de conocimiento antes de poder imprimirlo y guardarlo, Frances A. Yates rastrea el arte de la memoria desde su tratamiento por parte de los oradores griegos, pasando por sus transformaciones góticas en la Edad Media, hasta las formas ocultas que adoptó en el Renacimiento y, finalmente, hasta su uso en el siglo XVII.